KAYATÚ

“lleva siempre contigo un trozo de papel y un lapiz para poder así apuntar todo lo que te cuento”, con estas palabras, en un tono poco amistoso, se dirige a mi el profesor Camilo P.B., disgustado por lo que el considera un retraso injustificado en la publicación de los hallazgos que ha realizado a lo largo de su vida. Es fin de año, el profesor Camilo P.B. se ha afeitado, se ha desprendido de su habitual atuendo deportivo, se ha perfumado con Varón Dandy, y entre expresiones casi incomprensibles del tipo: ¡comete el pollo!, ¡cómetelo todo ¡ ¡eh!... me dirige aviesas miradas mientras se pierde camino de la barra del bar, donde sin duda alguna deleitará los oídos de los allí presentes: ¡comete el pollo!.

Así que no tengo más remedio, a menos que mi propósito sea caer en desgracia al profesor, que ponerme manos a la obra y daros a conocer a un animal excepcional: la víbora kayatú.

Este animalillo siempre ha acompañado la historia y la mitología de la humanidad. Como bien señala el profesor, en su celebre libro “Religiones, Mitos y Leyendas de la Historia . Reglamento del juego del parchís y otros divertimentos”, ya en el evangelio apócrifo encontrado en Laza y atribuido a San Penín das Formigas Quentes se hace referencia a la víbora Kayatú como la auténtica responsable de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso: “La culpable víbora Kayatú se oculta en una maleza y manda callar a la mismísima divinidad. Evidentemente, la divinidad, enfadadísima, ordenar clausurar el paraíso” (por cierto un apócrifo, este de Laza, que usa un lenguaje muy adelantado a su tiempo, pero este es tema de otra investigación).

Pero las revelaciones más sorprendentes e inquietantes sobre este animal, fruto de las arduas investigaciones del profesor, y que como todos sabemos han puesto en peligro su vida, son las referidas al papel jugado por la víbora (o víboras kayatú) en el constatado fracaso de la Sociedad de Naciones, organización supranacional creada tras la primera guerra mundial con el fin de evitar otro conflicto bélico de tal escala. Pero no solo esto, el profesor cree tener las pruebas concluyentes de que la actual ONU también se encuentra bajo la nefasta influencia de las Kayatú, afirmación en la que el profesor no se encuentra solo, recordemos sino las misteriosas palabras pronunciadas ante la asamblea por el representante de La Comarca, Bilbo Bolson :

"No conozco a la mitad de ustedes ni la mitad de lo que querría, y lo que yo querría es menos de la mitad de lo que la mitad de ustedes merece."


En definitiva, un animal del que apenas conocemos nada (¿ nace?, ¿se hace?...) pero que va dejando un rastro a lo largo de la historia inconfundible.


Miro al profesor apoyado en la barra sosteniendo a duras penas un Dyc con cola y diciéndole al camarero: ¡comete el pollo!. La verdad, no es su mejor momento.